Las chicas pensaban que era una broma entonces se lo preguntaron a un camarero pero este les contestó que no tenía nada que ver. Al parecer, el chico que les tomó nota, Jeff, apuntó eso en la cuenta y luego se les coló en el ticket. Pero el joven que las “insultó” ya había acabado su jornada y no estaba en el restaurante.Las víctimas hablaron con el gerente y este les ofreció descontarles un 25% del precio de la cena.
Imaginaros que os encontráis en una situación similar.
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