El partido de ayer entre el Sevilla FC - FC Barcelona fue muy polémico .La permisividad de Mateu, aprovechada por el Sevilla y que desconcentró al Barcelona durante buena parte del partido, resultó determinante en una mano de Thiago que el árbitro entendió como parte del juego. Cesc, que ya había recortado distancias y provocado la expulsión (exagerada) de Medel, igualó el encuentro. Nervión enloqueció y el Sevilla se despistó. Villa, que jugó los últimos minutos, aprovechó la confusión para culminar la remontada azulgrana.
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