Si seguimos el rastro, descubriremos que una de cada cinco personas padece insomnio, la incapacidad para dormir, dificultad para conciliar y mantener el sueño. Noches en vela por estres, ansiedad, miedo o preocupaciones. Múltiples despertares que provocan fatiga, alteraciones del comportamiento y de las emociones. Esa falta de sueño nos causa también cansancio y falta de concentración. Hay hábitos que ayudan a prevenir el insomnio. Por ejemplo, la rutina al irse a la cama. Ayuda también hacer ejercicio, no beber alcohol y no llevarse el ordenador a la cama. Los trastornos del sueño deben ser tratados por un especialista porque afectan a nuestra salud: la hipertensión aumenta. La venta de somníferos y de plantas medicinales se ha disparado. El porcentaje de personas que toma hipnóticos para dormir ha pasado del 5% en 2005 a más del 11 %. Desde las unidades del sueño, se advierte que el uso continuado de estos fármacos está relacionado con un mayor riesgo de accidentes laborales y de tráfico.
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