Una mujer alemana, Franziska Hansen, quiso romper la relación con su marido, Smith, y además también tuvo la idea de acabar con la vida del hombre. ¿Cómo lo hizo? Pues aprovechó sus grandes pechos para intentar asesinarlo.
Pensó que sería un 2×1: le daría el gusto de estar entre sus cocos y así quitarle la respiración y matarlo.
El hombre la ha denunciado y ha dicho que al principio parecía un juego de pareja, pero más tarde ella le confesó que lo que quería es que su muerte fuese lo más agradable posible. Y ella se defiende diciendo que él la intentó disparar.
Imaginaros morir entre los pechos de una mujer…
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